6 de marzo de 2015

Barcinomagna




¿Qué pasaría si los romanos hubieran descubierto la máquina de vapor? Esta pregunta se la ha planteado J. Valor Montero, y para responderla ha escrito un libro, La República Pneumática.

Roma Impera.

Gracias al descubrimiento de la máquina de vapor, Roma ha conseguido una gran superioridad tecnológica sobre sus enemigos. Tiene dirigibles, trenes, armas pneumáticas, y un solo oponente, el imperio Chino, protegido por los desiertos que lo separan de occidente.


J. Valor nos plantea una situación equivalente a la revolución industrial inglesa del siglo XVIII, una industrialización desbocada, las ciudades llenas de inmigrantes buscando trabajo, contaminación intensa, movimientos luditas, grupos racistas, connivencia entre el poder económico y el poder político, y una religión que lo controla todo (De qué me sonará a mi todo esto).

Frente a este panorama negro se alza una religión que viene de Oriente, la Via Virtutis, que predica el pacifismo y un retorno a la naturaleza.

La novela nos narra las aventuras de Marcus, un joven que descubre un complot para asesinar a la cabeza de la república, y se dirige a Barcino para intentar ponerlo en conocimiento de las autoridades.

La trama no es demasiado original y sigue los esquemas de la novela de aprendizaje (Bildungsroman) y el famoso monomito Campbelliano, sin embargo J. Valor la llena de lugares comunes, desde Karate Kid (con la aparición estelar de Jian, la tatatatarabuela del Sr. Miyagi), el arte de la guerra de Sun Tzu, las tentaciones del lado oscuro de la Fuerza e incluso Oliver Twist, y sale airoso de este totum revolutum, gracias al espectacular escenario que ha creado. Los diálogos de los personajes son muy mejorables y la diosa Fortuna tiene una inclinación especial por Marcus.

En resumen, una novela entretenida que tiene su punto fuerte en el ambiente que J. Valor ha conseguido insuflarle. La reconstrucción de esta Barcelona a vapor, con sus miserias y sus villas, forma un entorno esplendido para las aventuras de Marcus.

Como siempre me han liado unos cuantos amigos que también han dejado su opinión Más ficción que ciencia, La biblioteca de Ilium y Fantástica - Ficción.